En enero, los escándalos de corrupción han sacudido a las empresas públicas. Esto ha sido aprovechado por los buitres de la privatización para elevar una campaña mediática de ataque a las empresas y sus trabajadores, más allá de solo a los funcionarios corruptos, para justificar la privatización.
Lo triste de todo, es que esto ha sido incluso aupado por el oportunismo sindical dentro de las mismas empresas, con la finalidad de ganar notoriedad, sin reparar en el hecho de que el fin último de la prensa de los grandes medios de comunicación, es generar en la conciencia colectiva la idea de que todo está podrido, y que por tanto, las empresas deben ser destruidas desde sus cimientos (entiéndase entregadas a las “limpias manos privadas”).
En carta abierta al tristemente célebre Ministro de Energía, presentamos un reclamo formal pero contundente contra ese ataque a las empresas, en específico a Petroecuador:
Cuando usted dice “hay unos intereses que se han ido acumulando durante tantos años, cada quien tiene su vaquita que la ordeña en cada pocito o en cada campo, ahí está el resultado de la corrupción”’, intenta señalar que la corrupción es un mal generalizado en todos los trabajadores de la empresa, convirtiendo a la empresa en corrupta. Esto no es así.
Los escándalos de corrupción señor Ministro, en todos los gobiernos, incluyendo éste y el de Lenin Moreno de los que usted ha sido parte, han sido protagonizados por algunos funcionarios de libre remoción nombrados precisamente por los propios gobiernos, no por los trabajadores de la empresa; y los beneficiarios han sido empresas privadas…
El Ministro de Energía y la prensa, tratan de convencer a la población de que el modelo de privatización impuesto en Petroecuador, a través de los famosos consorcios, es la única salida que queda y con esto pretenden justificar la entrega de Sacha, ITT y Amistad, así como de las refinerías a capitales privados, a pesar de que los números no serán favorables para el Estado por ninguna parte. Por eso en nuestra carta continuamos:
En la segunda emisión del reportaje, el periodista se pregunta acertadamente, ¿dónde se refleja el alto presupuesto de inversión de Petroecuador? Nadie, ni usted, responde la verdad y esta es que el presupuesto de inversión en gran parte se va en las altísimas tarifas que se paga a los consorcios que usted tanto defiende y que eleva irracionalmente el costo total de producción en varios campos de Petroecuador.
¿Llamaría usted corrupción, señor Ministro, a pretender extender en la empresa un modelo donde la renta petrolera se va en cerca del 50% a manos privadas?
A algunos sindicalistas no les importa que su oportunismo calce perfecto con los intereses de la burguesía nacional e internacional en detrimento del patrimonio del pueblo. Para nosotros en cambio, lo primero es defender las empresas, fuente de la riqueza nacional. Una empresa sólida es la primera garantía de estabilidad de sus trabajadores.
Ojalá les entre en la cabeza.