Desafortunadamente, como lo demuestran los estudios actuariales y cifras del propio IESS y de Otras instituciones que han estudiado el caso, el IESS que es la principal institución proveedora de prestación de seguridad social, está atravesando una difícil situación, tanto financiera como administrativa, este hecho pone en altísimo riesgo e inestabilidad las prestaciones para sus afiliados, pensiones para los jubilados y los servicios de salud.
Todo el pueblo ecuatoriano y especialmente los trabajadores afiliados al IESS, vemos impávidos e impotentes la situación calamitosa que presenta esta institución, percibimos como este escenario se va degradando, a tal punto de afectar, peligrosamente, la institucionalidad de la misma.
La violación recurrente e interesada de la autonomía del IESS, la promulgación de leyes y reformas inconsultas, el estado de iliquidez, la influencia inadecuada de intereses gubernamentales y partidistas en el diseño de políticas de seguridad social, los intentos de privatización, la utilización de los fondos que les pertenece a los trabajadores y jubilados como caja chica de los diferentes gobiernos, la conformación incompleta del Consejo Directivo del IESS, el constante y recurrente cambio de directivos, que además, no cuentan con conocimientos especializados y experiencia en el área, la inestabilidad, la no transición tecnológica que ocasiona procesos ineficientes y caducos que no favorecen al afiliado, todo esto y más, ha desembocado en la crisis del IESS, y que con el actual gobierno se ha agudizado, no existe una política pública clara para fortalecer el sistema de seguridad social, no hay objetivos claros, ni metas a ser cumplidas.
Es necesario romper con estos paradigmas, que están planteados por los representantes del Estado, mismos que se presentan como inútiles e insuficientes para garantizar la seguridad social de los trabajadores y de quienes poseen escasos recursos.
En los últimos años, se ha podido constatar la transformación de la estructura del trabajo y del empleo, de a poco va desapareciendo el trabajo estable ligado a la industria, ya sea por el auge del sector financiero y de servicios, o por el privilegio de los derechos del capital que ha facilitado la flexibilización laboral, asegurando, mayores ganancias solo para unos pocos. Estas características, más acciones directas del Estado y de los empresarios, han debilitado el carácter colectivo de la organización sindical, volviendo al contrato de trabajo en una mera relación laboral. El trabajo tal y como está concebido durante el capitalismo clásico, se va situando fuera del sistema salarial. Los trabajadores deben contar con más oportunidades laborales, mejores ingresos y más protección del empleo.
El día 21 de septiembre de 2022, la ANTEP participó activamente en las movilizaciones convocadas por el FUT y sus organizaciones afines, para exigirle al Gobierno nacional, entre otras demandas, el pago de la deuda que mantiene con el IESS.
Hay que entender que la única manera de salvar al IESS es la movilización de los trabajadores del campo y la ciudad, del pueblo en general, el derecho a la resistencia está garantizado en la Constitución, es hora de tener una participación activa en las grandes decisiones que están orientadas a construir los cimientos de un nuevo Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, y; en la necesidad imperiosa de hacer un frente común, con el fin de que se devuelva el IESS a los trabajadores y jubilados.
Debemos desvanecer la estrategia de los gobiernos aliados con patronos y no caer en la misma, estos sectores interesados en destruir al IESS afirman y plantean la tesis de que esta institución, conjuntamente, con el BIESS están quebradas, hecho que es totalmente FALSO, hay que acabar y enterrar esta campaña de desprestigio a la Seguridad Social.